viernes, 24 de julio de 2015

Semana en Argentina

El 7 de julio a la mañana Camila me llevó para Alewife y de ahí tomé un micro para NYC. Fui con micro porque no iba a pagar todas mis valijas para el vuelo doméstico, y en el micro lo único que me dijo el chofer fue "OKAAAY! where are you going?!?" and I told him "going back home". Me respondió "That's a great thing, let me help you!".
Así que me ahorré unos cuantos dólares ahí.

Me tome "Go Buses" porque sale de ahí mismo de Alewife entonces no me tenía que tomar el T (subte) en Boston con todas las valijas. Además te deja en Penn Station que es de donde sale el tren para el aeropuerto.
Salí de JFK para Ezeiza 4.10 PM y llegué alrededor de las 3 AM. Me dormí casi todo. Solo me levante para la cena y el desayuno. Tuve la suerte de que el avión estaba prácticamente vacío así que tenía cuatro asientos para mí. ¡No me podía quejar!

Cuando llegué a Argentina no me hicieron problema con la notebook ni los dos celulares que traía. Uno incluso lo tenía en la caja misma porque era para darle a mi hermana.

Lo primero que hice fue tomarme un café en Havanna. Tanto tiempo sin un buen café. Porque que me haya hecho una adicta a la cafeína en USA no significa que el café sea bueno. No, para nada. En Argentina jamás me gustó Starbucks. Es de los peores cafés que hay. Pero en USA, para mi gusto, es de los mejores.. Así que ahora soy Starbucks fan.

Dejé dos valijas grandes con toda mi ropa de invierno y volví con una valija semi-vacía (solo llevaba cajas de alfajores y havannets).

Aeropuerto:




Mis seis días en Argentina fueron raros. En casi un año me pasaron tantas cosas y allá sigue todo igual pero a la vez es tan distinto para mí, no veo todo de la misma manera que antes. Siento que no encajo más con la vida que llevaba.

Ya me había olvidado del miedo que sentía cada vez que salía a la calle. El no poder sacar en la vía pública el celular por miedo a que me roben. Eso es lo que no extraño.
Sin embargo, me encantó estar con mi familia pero esa semana no fue la vida rutinaria que llevaría si estaría allá de nuevo. Después de tanto tiempo, en una semana todos están a disposición tuya, ir a mis lugares preferidos, cocinar mis comidas favoritas... Pero cuando me fui, mi relación con mi familia no era la mejor. Todo se lleva mejor a la distancia. No hay "problemas de convivencia".

Por otro lado, mentiría si dijera que con mis amigas me sentí igual que siempre. No sé, fue raro. Están cada una con su vida y, salvo por una de ellas, siento que ya no es lo mismo. Cuando yo me fui estaban todas solteras y sin laburar. Salíamos todos los fines de semana. Ahora todas trabajan, algunas se recibieron, todas en pareja y si deciden salir, es motivo de tormenta.

Estando tan lejos amo Buenos Aires más que nunca pero, a su vez, más que nunca sé que no es mi lugar.

Fue duro partir, pero creo que fue más un tema de no querer venir a Atlanta con mi HF que por dejar Argentina.


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